Estamos a las puertas del invierno. Una época de empezar a recogerse después de vivir tan hacia fuera estos meses de luz. Es tiempo de volver a pasar tiempo en casa.
Esa casa que igual durante el confinamiento descubriste que se te caía encima. Que era ideal para dormir y pasar ratitos sueltos, pero no para que tu familia viviese largas temporadas en armonía.
Hoy te vamos a ayudar a crear un lugar en el que tú y tu familia os sintáis felices y seguros. Un hogar accesible para los niños y las niñas, que crezca con ellos.
Vamos a ayudarte a que vuestra casa sea un espacio sencillo, acogedor, con objetos naturales y bonitos. Y en tan solo 5 pasos.
¿Empezamos?
Primero de todo te animo a que hagas un experimento muy sencillo en tu casa: pasea a gatas por ella. Ponte a la altura de tu hijo y date cuenta de que no llegas a coger agua, de lo difícil que es lavarte las manos en el lavabo o de lo que te cuesta subir al sofá o a la cama.
Después de ese paseo, puedes ir anotando, habitación por habitación, qué podrías mejorar para que todos en tu familia, peques y mayores, estéis cómodos.
La primera escuela de un niño es su hogar.
Aquí van nuestros consejos estrella:
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Pocos juguetes y a su altura.
Insistimos en lo de pocos juguetes. Muchas veces pensamos que cuantos más juguetes tengan, más se entretendrán pero no es así. Es mejor tener pocos a la vista e irlos rotando que tener un montón fuera.
Recuerda: menos es más.
Para ponerlos a su altura puedes instalar baldas o despejar algún mueble bajo y dedicárselo a ellos.
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Rincón de lectura.
Libros en cualquier parte y a su altura. Que cada vez que tengan ganas, cojan un libro y te lo lleven para pasar un rato de conexión.
En esto no hace falta una gran inversión: una colchoneta o unos cojines en el suelo para que estén cómodos y listo.
Elegid un lugar tranquilo de la casa. Leer, al final, es un rato de calma, y montar el rincón de lectura al lado de la televisión, por ejemplo, no va a ser una gran idea.
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Espacio adaptado en cada habitación.
Convierte cada habitación de tu casa en un espacio en el que tu hijo o tu hija pueda desenvolverse de manera autónoma.
Algunas ideas:
- Taburetes para que alcance el lavabo, se suba al sofá, alcance algún sitio alto
- Para la cocina siempre recomendamos una torre de aprendizaje para que te ayude a cocinar
- Un cuchillo de autonomía para que preparéis la comida juntos o se prepare su merienda
- Ganchos a una altura bajita para que cuelgue su abrigo, su toalla en el baño, sus utensilios de limpieza,…
- Agua con un vasito a su altura
- Una mesa bajita para que pueda dibujar, jugar, hacer experimentos, utilizar material Montessori…
La clave es convertir tu hogar en un espacio que todos disfrutéis y que todos, pequeños y mayores, sintáis como vuestro.
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Ofréceles movimiento.
Durante el confinamiento igual te diste cuenta de que tu casa no estaba preparada para satisfacer las necesidades de movimiento de tu hijo.
Y es que los niños y las niñas son energía y necesitan moverse como respirar.
Te contamos qué nos funciona en casa para sacar toda esa energía:
- Saltar en la cama
- Utilizar los cojines del sofá para montar circuitos por la casa
- Los columpios, que se pueden colocar tanto en interior como en exterior
- La tabla curva
- El triángulo Pikler
- Bailar. La música y los bailes locos siempre son una buena opción
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Naturaleza en casa.
Los niños y las niñas vuelven a su centro en la naturaleza. Lo he visto con mis hijos: días que se despiertan con el pie izquierdo, que nos cuesta conectar,… Vamos a la naturaleza y volvemos a nuestro centro. Cuando pasamos días sin pisar la naturaleza, lo notamos mucho y para mal.
Así que si tienes un balcón o un jardín, sácale chispas. Si vives en un piso pequeñito, mete un trozo de naturaleza dentro.
¿Cómo?
Poniendo algunas plantas y que sean los peques de la casa los que se encarguen de ellas. O preparando un pequeño huerto. Y haciendo acopio de materiales naturales: piedras, palos, piñas, conchas,… para utilizarlos como juego desestructurado.
Para terminar, dos últimos consejos:
Olvida todas esas fotos de habitaciones blancas, ordenadas, impolutas y perfectas que ves por las redes sociales. Tu realidad puede ser otra y está bien. Y tu casa puede ser acogedora aunque vayas pisando piezas de Lego cada vez que andas.
Y, muy importante: no hace falta que inviertas mucho dinero en materiales. Adaptar la casa a personas que miden un metro es más fácil de lo que parece.
Es tan sencillo como que tu familia y tú estéis a gusto en vuestro hogar.
¿Te animas a poner en marcha estos cambios?
me encanta el rincón de lectura
Es precioso, y muy fácil de crear en cualquier hogar 🙂