Como siempre, la clave de la vuelta a la rutina está en el juego. Está vez, con actividades más reposadas que les ayudan a bajar el ritmo
Seguro que tú mismo has cometido este error alguna vez:
Volver de vacaciones apenas unas horas antes de reincorporarte al trabajo.
Es como pasar de 100 a 0 en un abrir y cerrar de ojos. Y un cambio tan brusco es difícil de llevar incluso para un adulto.
Imáginate el efecto que provoca en un niño.
Porque a lo mejor ahora crees que ellos llevan todo el verano relajados y ahora pueden llevar mal eso de ponerse las pilas para ir a a la escuela.
Pero es exactamente al revés.
Llevan todo el verano con las revoluciones por las nubes, haciendo planes, juegos, yendo de aquí para allá sin parar con unos y otros, trasnochando, comiendo a veces a deshoras, helados, piscinas…
Y de pronto, nada.
Sinceramente, no podemos exigirles semejante bajada de revoluciones de un día para otro.
Tenemos que ayudarles a ir amoldándose a esas rutinas que son menos divertidas, a ir cogiendo los horarios habituales y a recordar que nos seguimos queriendo exactamente igual, aunque ahora nos vayamos a ver un poquito menos.
Tómatelo como si estuvieras terminando un entrenamiento. Nadie puede parar en seco cuando está haciendo ejercicio. Hay que ir bajando el ritmo, estirar…
La vuelta a la rutina de un niño es igual. Y, como siempre, los bastones en los que apoyarnos siguen siendo los juegos.
Toma nota de estas 4 ideas que te ayudarán estos días manejar las emociones que se remueven con el final de las vacaciones:
LA LINTERNA PARA PROYECTAR HISTORIAS
Adelántate. Ya sabes que van a poner todas las excusas que se les ocurran para no meterse a la cama pronto. Porque trasnochar es más divertido, así que tienes que contratacar con algo muy bueno.
¿Qué tal si nos metemos a la cama, apagamos todas las luces y proyectamos historias en el techo?
Eso les convencerá.
Podéis recordar historias del verano, inventar otras nuevas que queramos vivir en otoño, imaginar la vuelta al cole, recordar a los amigos que no ven desde junio…
Se relajarán, dormirán bien e irán asumiendo lo que viene.
EL JUEGO DE DODO
Este también es un buen plan que les animará a meterse a la cama.
Si aún no conoces este juego de cartas, consiste en acumular mimos. Tal cual.
Les puede tocar una batalla de cosquillas, besos de esquimal, caricias…
¿No te parece una buena manera de apoyarles emocionalmente en este cambio de rutinas?
EL JUEGO DE LAS EMOCIONES
Solemos cometer el error de no valorar en su justa medida cómo afecta cualquier cambio a un niño.
Y creeme: para ellos, éste es un cambio de los gordos que no les apetece nada y les afecta emocionalmente.
Siempre es importante ayudarles a expresar lo que sienten, más que nada porque si no no les podemos ayudar a gestionarlo.
Pero en estos días tenemos que estar más atentos de lo normal. Y este juego de cartas es oro puro si a tu hijo le cuesta expresar sus sentimientos con naturalidad.
Y encima, es la excusa perfecta para retomar rutinas.
La idea es sacar cada día una carta antes de dormir y hablar sobre la emoción que nos haya tocado. ¿Cuándo nos sentimos así? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer al respecto?
LA OCA DE LAS EMOCIONES
Otra opción para conseguir el mismo objetivo: sacar a relucir sus emociones para ayudarles a canalizarlas.
Y esta vez, en lugar de un juego de cartas, es un juego de mesa muy similar a la clásica oca.
Pero en las casillas no hay cárceles ni posadas, sino asuntos de los que nos cuesta hablar. ¿Qué te hace sentir solo? ¿Y celoso? ¿Y rabioso?
Incluye actividades de refuerzo positivo, de azar y de emociones.
Aprovecha para que vayan adaptándose así a juegos más reposados que los que han disfrutado durante el verano.
Pero déjame darte dos ideas más para bajar de revoluciones poco a poco:
¿Qué tal si hacemos un baño de espuma relajante antes de cenar?
¿Y si escuchamos alguna música tranquila mientras están cenamos?
Estarás conmigo en que a veces pedimos peras al olmo cuando se trata de los niños.
Si nos ponemos en su lugar es fácil comprender que un cambio brusco les afecta y nos complicará mucho la existencia si no hacemos algo a tiempo.
Me parece fenomenal el trabajo que hacéis en este blog con las recomendaciones que nos dais a muchos padres. Me encanta todas las entradas que realizáis. Gracias, gracias y gracias.
Hola Sandra,
No sabes lo que nos satisfacen estos mensajes. Nos alegra saber que os gustan y os sirven de ayuda
Muchísimas gracias a ti. Un abrazo
Como me gusta leeros! Muchas gracias.
Oooo… Muchísimas gracias a ti, Vanesa. Es un placer tener lectoras como tú.
Un abrazo.