JUGANDO

Juego heurístico, una invitación a la calma

Te hacemos una propuesta de juego que atraerá la atención de tus hijos

Seguro que has leído y escuchado unas cuantas veces que no debemos interferir en el juego de los niños y de las niñas.

Que deben ser ellos y ellas quienes se encarguen de crear, de explorar, de inventar mil y un juegos donde nosotras solo vemos unos pocos.

Creemos en esa libertad, y la consideramos básica en el desarrollo del juego en la infancia. De hecho, ya hemos hablado de los beneficios del juego heurístico en el blog.

Pero (siempre hay un pero, ¿verdad?) a veces interpretamos ese “no interferir en el juego” como una invitación a no jugar.

Y no hay nada que un niño o una niña desee más que jugar con su madre y con su padre.

 

A través del juego conectan, expresan emociones que tenían atascadas, comprenden el mundo que les rodea. Y es importante que sus personas de referencia estén allí para acompañarles en ese proceso.

Pero a veces nos cuesta.

Toda esa energía desbordante que tienen. Son puro fuego. Movimiento. Y muchas veces nos cuesta acompañar tanta energía.

¿Y cómo podemos acompañar esa transición a un juego más tranquilo? ¿Cómo “bajar esa energía”, como decimos en casa?

Nosotras creamos mandalas.

Sacamos la caja, todas las piezas bien ordenadas, y a crear. Nunca salen dos iguales.

Y en un momento, el ambiente en casa cambia radicalmente. La energía baja. El juego es tranquilo.

 

¿Por qué mandalas?

Mandala significa “centro, círculo, anillo mágico”, en el idioma sagrado sánscrito. En algunas culturas representan la unión y la totalidad.

Jugar con ellos es una oportunidad perfecta para cultivar la meditación, para centrarnos en el aquí y el ahora.

Ofrecer a los niños y a las niñas piezas sueltas con las que crear les absorbe. Se concentran, se relajan, crean arte. Trabajan la paciencia, la coordinación, la imaginación, la psicomotricidad fina. Incluso interiorizan la geometría, la simetría, el conteo.

Y observarle mientras juega tan concentrado, observarle con los cinco sentidos, puede ser casi una meditación para ti.

 

Por eso, cuando sacamos la caja de piezas sueltas, no estamos interfiriendo en su juego. Estamos haciendo una propuesta de juego, que ellos y ellas pueden o no aceptar.

Puedes proponer hacer un mandala, y luego tus hijos y tus hijas igual deciden crear un escenario, recrear alguna situación que tengan atascada, o convertir las piedras en personas y las hojas en casas.

Ahí reside la belleza y la importancia del juego heurístico. Que empieza de una forma, y termina de otra totalmente distinta. Que esas piezas son hoy un juego y mañana otro completamente diferente.

¿Y si añadimos un espejo?

También podemos complicar un poco la cosa, y añadir un espejo. Descubrirán que lo que crean está también al otro lado del espejo, que sus formas se duplican, que hacen medio mandala, y lo ven entero.

Es una forma muy bella de entender conceptos complejos como la simetría, como “duplicar”, como “mitad”.

Hay espejos pequeños, muy sencillos, y otros más grandes, que ofrecen mil posibilidades. Cualquiera de ellos convierte un juego en una nueva oportunidad.

Y además de para crear mandalas, el espejo se puede utilizar luego con la mesa de luz y la magia se multiplica. Y los descubrimientos y los aprendizajes también se multiplican.

Porque si se concentran creando un mandala, imagina cómo pueden entretenerse creando un mandala en la mesa de luz y con un espejo que refleje lo que está creando.

Es una propuesta de juego muy completa.

 

¿Con qué elementos puedes crear mandalas?

Grapat tiene una colección de piezas sueltas que son una absoluta maravilla.

 

También podéis utilizar elementos de la naturaleza.

Un plan perfecto: salís a la naturaleza, dais un paseo en familia, recolectáis tesoros y, al llegar a casa, los utilizáis para jugar.

Igual hoy surge un mandala, y mañana esas piedras son monedas para un juego simbólico. O esos palos que habéis cogido sirven para hacer alguna construcción. ¿Y las hojas? Podéis mirarlas en la mesa de luz, a ver si se ven de la misma manera.

Las opciones son infinitas.

 

Para los niños y las niñas todo es juego. Todo es aprendizaje. Es una maravilla redescubrir el mundo a través de ellas, sus ojos, sus risas y su juego.

Por si acaso no surge el plan en familia en la naturaleza, tenemos un montón de piezas sueltas que son trocitos puros de naturaleza.

 

Tenemos una última propuesta para crear formas que seguro que les fascina. Unas piedras de silicona translúcidas con las que jugar bien en el suelo, bien en la mesa de luz.

Y si necesitas algo más de inspiración, el libro Piezas sueltas de Priscilla Vela y Mercedes Herrán es un regalo. Un imprescindible. Se nota el trabajazo que han hecho con él, y da muchísimas ideas de juego heurístico.

¿Qué me dices? ¿Te animas a crear un mandala en familia? Cuéntanos vuestra experiencia. Nos encantará conocerla.

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3 comentarios en “Juego heurístico, una invitación a la calma

  1. Este tipo de juegos nos parecen un acierto total. Los niños podrán relajarse y explorar su imaginación.

    Muchas gracias por la información.

    1. Alupé dice:

      Vosotros lo habéis dicho, Animadores niños Valencia: un acierto total. A veces las personas adultas no podemos imaginar todas las posibilidades de un material, y los niños las ven tan fácilmente que es magia 🙂

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