Durante el verano, es momento de disfrutar lejos de los libros y las tareas escolares. Sin embargo, esto no implica que nuestros hijos dejen de aprender.
Es más, los peques aprenden a través del juego.
El verano nos brinda valiosas lecciones que se pueden aprender simplemente dejándoles experimentar a su aire.
Observar y aprender van de la mano. La playa es el campo de experimentación perfecto para la infancia.
De hecho, llevar a los niños a la playa es una de las mejores actividades para fomentar su aprendizaje durante esta temporada.
¿Aún no te hemos convencido? Tómate un momento para reflexionar:
Aprendizajes que nos regala un solo día de playa
Lección 1: Ciencia
¿Por qué flotamos en el mar? Y aún mejor: ¿por qué flota un transatlántico si una moneda se hunde hasta el fondo?
Cuéntaselo, que te escucharán atentos.
Si intentas que aprendan el principio de Arquímedes sentados en una mesa, no tendrás tanto éxito. Sin darnos cuenta, en la playa los niños desarrollan su pensamiento científico.
El aprendizaje espontáneo que permite el juego y la experimentación científica es más sencillo con herramientas de juego reales, duraderas e ingeniosas.
Lección 2: Física
Sí, hemos dicho física. Si hay algo que aprendemos nada más pisar una playa es que resulta imposible hacer un castillo con arena seca. Y que sin embargo, la arena mojada podemos moldearla a nuestro gusto.
- Pues eso es física y no hay mejor manera de asimilar el cambio de estado de la materia que palpándolo con nuestras manos.
Los moldes de monumentos os regalarán grandes conversaciones sobre distintos lugares del mundo, sin salir de la playa.
Pero no solo eso, los baños en el mar también nos regalan grandes lecciones
Al nadar en el mar entran en juego algunos de estos principios físicos como la flotabilidad, la resistencia del agua y el movimiento.
De hecho, estos son algunos de los factores principales a tener en cuenta a la hora de elegir sistemas de protección en el agua, como chaleco flotador o manguitos.
- ¿Chaleco o manguitos? Garantiza la seguridad de tu peque en el agua este verano.
Lección 3: Química
La mayor sorpresa que nos da el mar la primera vez que chapoteamos en él es … ¡la sal!
- Agua salada que escuece en los ojos y en las heridas. Pero ¿por qué? Si con el agua del río esto no pasa.
Cuando se hagan esta pregunta, es tu oportunidad de contarles cómo el agua de lluvia fue arrastrando hasta el mar las sales minerales de la tierra. Una buena aproximación a la química, ¿no crees?
- También podéis explorar conceptos como la salinidad, la evaporación y la formación de arrecifes de coral.
Lección 4: Conocimiento del medio
La curiosidad de los peques es infinita. Con solo abrir los ojos y observar, surgen mil preguntas sobre:
- Esos pececillos que huyen al ver nuestros pies en la orilla.
- Las hormigas que amenazan nuestra merienda,
- Las conchas que nos obligan a andar de puntillas a veces…
Eso sí es conocer de primera mano el medio natural y a sus «inquilinos».
Está en tu mano abrir la conversación y poner contexto a todo lo que sucede a su alrededor.
Lección 5: Lenguaje
En la playa los niños conviven, se socializan, comparten sus juguetes y toman prestados los de otros. Eso les obliga a esforzarse por hacerse entender de forma correcta y desarrollan su lenguaje.
No digamos, si los nuevos amigos son extranjeros. Yo aprendí a contar hasta 20 en francés en la orilla de una playa hace 30 años.
Lección 6: Astronomía
- ¿Por qué sube la marea y nos quedamos sin hacer castillos?
Quizá a un niño pequeño le cueste entender la fuerza que ejercen la luna y el sol sobre nosotros. Pero el ejemplo de la marea en el mar le ayudará y, como mínimo, empezará a ser consciente de que somos una pequeñísima parte dentro del universo.
Lección 7: Educación física
Podemos verlo desde un punto de vista superfluo y celebrar lo bien que dormirán al volver a casa.
Pero, ¿por qué llegan agotados? Piénsalo. No sólo han corrido como locos. Sobre la arena ponen a prueba su capacidad psicomotriz, su equilibrio y su destreza manual.
Superarse agota.
Y ¿qué hay de los baños en el mar? Es un ejercicio físico alucinante, gracias al que pueden mejorar su equilibrio, coordinación y habilidades motoras mientras se desplazan en el agua.
Lección 8: Experiencias sensoriales
A lo mejor tienes un bebé al que aún le quedan lejos todos estos conceptos. Para él, ir a la playa es un «master».
Puede sentirlo todo: los cambios de temperatura, las diferentes texturas, el agua, la arena entre los dedos…
Y no hay alfombra de actividades que pueda sustituir eso, porque lo sentirá con todo su cuerpo.
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Hemos creado un imprimible gratuito, con todo el cariño del mundo, para que paséis un verano en familia lleno de experiencias y conexión.
- Dentro del Cuaderno de vacaciones de Alupé encontrarás un veo-veo para jugar mientras os tomáis un descanso en la toalla.
Por supuesto, no esperes tareas o deberes.
Es más bien una invitación a divertiros y recrearos en planes y actividades sencillas, para aprender jugando desde el disfrute.
Ya ves. La playa brinda a los niños muchas oportunidades de aprender jugando. ¿Las vas a desaprovechar?