Las matemáticas. Una de las asignaturas clave en el currículum escolar, y también una de las asignaturas que más quebraderos de cabeza da a las familias.
Voy a contarte algo que igual te sorprende: las matemáticas son divertidas de aprender. Hoy en día existen materiales preciosos que harán que te reconcilies con ellas.
Y por eso, te animamos a redescubrir las matemáticas de la mano de tu hijo. No te arrepentirás.
Pero vamos a empezar por el principio. Para entender conceptos matemáticos complejos, primero hay que sentar una base firme. Así que vamos a ver cómo puedes ayudar a tu hijo antes de los 6 años. Antes de que las matemáticas entren en el currículum escolar. Lo que aprenda en estos primeros años será clave para interiorizar futuros conceptos.
“Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando en la primera etapa de vida (de 0 a 6 años)”. Francesco Tonucci
Los niños crecen rodeados de matemáticas. ¿No me crees? Presta atención:
- Ir a la compra: sumas y restas.
- Cocinar: cantidades, volúmenes, orden de los ingredientes.
- Leer. En todos los libros aparecen números y cantidades. Solo hay que saber verlos.
- Pasear: una oportunidad para buscar distintas formas geométricas.
Y muchísimos juegos y juguetes son también perfectos para ir interiorizando conceptos matemáticos. Hemos seleccionado unos cuantos, para que te hagas una idea de que cualquier material puede convertirse en un aprendizaje matemático.
Apilables
Matemática pura y dura. Piezas grandes, pequeñas, unas mayores que otras, otras menores que esas otras.
Este Contar y clasificar de PlanToys nos gusta mucho porque, además de ensartar cada pieza en las varillas, tiene mil posibilidades:
- Tu hijo verá que con dos mitades forma una pieza redonda.
- Descubrirá qué pasa si pone las piezas al revés.
- Hará pruebas de colores y cantidades para hacer todas las combinaciones que se le ocurran.
Libros
La oruga glotona es un tesoro de libro. Tiene tantas lecciones en tan poquitas páginas, que nos parece un imprescindible. Y una de esas lecciones son los números del 1 al 5. Esos mismos números salen también en Cinco, de la colección De la cuna a la luna.
Son dos ejemplos de libros que atrapan a los niños, y que incluyen lecciones matemáticas. Si te decimos que las matemáticas están en todas partes, es porque estamos convencidas de ello 🙂
Juegos de mesa
El primer juego de mesa que recomendamos sobre los 2-3 años es Mi primer frutal. Y además de todos los beneficios de los juegos de mesa, son otra preciosa lección de matemáticas.
Contar cuántas casillas tiene que recorrer el cuervo hasta llegar al huerto, saber cuántas frutas hay en cada árbol, cuántas se ha comido el cuervo, cuántas quedan, …
En otros juegos, mirar el dado y contar cuántas casillas hay que avanzar.
¿Y qué me dices del dominó?
Las matemáticas nos rodean. Solo hay que saber verlas.
Juegos de lógica
La lógica es una de las bases de las matemáticas, así que hay que desarrollarla. ¿Cómo? Con juegos. Hay muchísimas posibilidades de juegos de lógica, pero uno de los primeros que solemos recomendar es Día y noche, a partir de 3 años.
Los niños jugarán primero con las piezas libremente, harán combinaciones, descubrirán que las dos piezas verdes encajan, por ejemplo, que hay dos piezas que parecen cabezas, y otra que parece un tejado. ¿O un vestido? 😉
Y después, les puedes proponer los retos “de día”, que les fascinarán. Y un poco más adelante, los de noche. Un juego que va creciendo con ellos. Escúchame bien: éxito asegurado.
Y para más adelante, hay muchos más juegos de este tipo:
Bloques lógicos
Este material es una maravilla para trabajar la lógica, y uno de los imprescindibles en muchas aulas de infantil y primaria.
Piezas geométricas de tres colores (rojo, amarillo y azul), cuatro formas (círculo, cuadrado, rectángulo y triángulo), y distintos tamaños y grosores. Infinitas combinaciones.
Manipulando las piezas, tu hijo se dará cuenta de que dos cuadrados forman un rectángulo.
O que dos triángulos forman un cuadrado.
Que si pone dos círculos finos uno encima del otro, son igual de altos que uno gordo.
Clasificará por colores, por forma, por grosor. Podrás proponerle series, y que él dé con la solución.
Y todos esos descubrimientos que va haciendo tu hijo con este material, los va tocando. Y tocando es como se interiorizan los aprendizajes.
“Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que mirando”. Francesco Tonucci
Bloques escalonados
¿Ves estos bloques? Son números. Números que se tocan, con los que los niños pueden construir.
Con los que descubrirán la descomposición de la decena, las sumas y las restas. Pero sin saber que están aprendiendo tanto, claro 😉
Un regalo de material, que acompañará a tu hijo durante muchos años de juego y aprendizaje.
Monedas de Grapat
Cualquier material sirve para hacer series o para clasificar. Pero estas monedas de Grapat son un magia pura. Las miramos y solo vemos posibilidades.
Al principio se pueden utilizar en juego simbólico y en construcciones. Luego, tu hijo descubrirá que tienen números escritos, y que puede juntar las que tienen números iguales. ¿Y en qué orden van? Contarlas, ordenarlas, conceptos como pares, impares, …
Un material sencillo y precioso, con el que aprenderán matemáticas sin darse cuenta.
Caja de husos
Hemos elegido terminar este post con cuatro materiales Montessori muy conocidos. El primero es esta caja, que podría servir también como continuación (o como combinación) de los aprendizajes de las monedas de Grapat, aunque este es un material mucho más concreto y enfocado al aprendizaje matemático.
Con la caja de husos, los niños relacionan números con cantidad. Ven que el cuatro, por ejemplo, además de un número que ven en muchos lugares, también son cuatro husos. Cuando tocan los husos, los niños tocan los números.
Este material, además, nos parece muy interesante porque introduce el concepto de cero, de nada, que es algo complejo de entender para los niños, y que con esta caja se visualiza muy bien.
Cilindros con botón
Este material es una M A R A V I L L A.
Son 4 soportes de madera natural, del mismo peso, color y forma.
Cada soporte contiene 10 cilindros con botón de diferentes características:
- Los del primer soporte tienen siempre el mismo diámetro, pero su altura es decreciente. Con él, tu hijo aprenderá la diferencia entre alto y bajo.
- Los del segundo soporte van disminuyendo tanto en altura como en diámetro. Distinguirá con ellos entre grande y pequeño.
- En el tercer soporte, todos los cilindros tienen la misma altura, pero su diámetro es cada vez más pequeño. Comprenderá la diferencia entre ancho y estrecho.
- En el cuarto, aumentan en altura, a la vez que disminuye su anchura. Así verá la diferencia entre achaparrado y esbelto.
No tendrás que advertirle de sus errores. Él mismo se dará cuenta.
Un material imprescindible en las aulas de infantil, y con el que los niños se concentran profundamente. Les absorbe.
Torre rosa
Seguro que la has visto muchas veces, y tal vez te has preguntado para qué sirve. Te lo contamos.
La torre rosa está formada por 10 cubos de diferentes tamaños. El más pequeño de 1 cm, y el más grande, de 10 cm. Esto quiere decir que cada cubo es 1 centímetro más grande que el anterior.
Y ese centímetro se visualiza y se toca a la perfección cuando se monta la torre rosa.
Manipulándola, los niños descubren, por ejemplo, que para coger el cubo más pequeño, necesitan dos dedos, y que para coger el más grande necesitan las dos manos.
Volúmenes, masas, geometría, incluso el sistema decimal. Los aprendizajes son innumerables. Por eso es uno de los materiales Montessori más recomendados.
Escalera marrón
Otro material Montessori, y el complemento perfecto para la torre rosa.
María Montessori diseñó la escalera marrón para que los niños asimilaran de forma sensorial la diferencia de volúmenes, pesos y tamaños.
La escalera está formada por 10 prismas. Todos son igual de largos (20 cm), pero su anchura va aumentando en progresión de 1 a 10 cm.
Tu hijo jugará con la escalera, y verá los distintos grosores.
Experimentará con los bloques y tocará y sentirá la variación de peso en función del tamaño.
Hay muchísimas propuestas de juego tanto con la torre rosa como con la escalera marrón, solas, o combinadas. Ejercicios con los que tu hijo tocará las matemáticas.
Después de leer este post, te voy a pedir un favor. Piensa por un momento en qué mensaje has podido mandar alguna vez a tus hijos sobre las matemáticas. “Se me daban fatal”, “son dificilísimas”, “no sirven para nada”.
¿Y ahora? ¿Sigues pensando lo mismo, o te apetece volver a acercarte a ellas de la mano de tu hijo y de estos materiales?