El Monstruo de colores se ha convertido en una herramienta de educación emocional
Miles de ejemplares vendidos. Best seller en el sector de libros infantiles. ¿Por qué ha triunfado El monstruo de colores?
No es una de esas modas capaces de agotar un determinado juguete en todas las grandes superficies.
El monstruo de colores, de Anna Llenas, es un fenómeno que ha traspasado la hora del cuento antes de dormir y ha llegado hasta las aulas.
Si te interesa conocer más cuentos que acompañen a tu peque en su desarrollo aquí tienes una guía de libros infantiles con recomendaciones para cada ocasión.
No sólo lo tienen en su habitación. También lo utilizan en la escuela porque ha convencido a los educadores.
Pero, ¿por qué?
Ha conseguido resolver con ilustraciones y poco texto un asunto especialmente difícil de abordar: la educación emocional de los niños.
Veamos cómo lo ha hecho:
1.
Traduce las principales emociones al idioma visual que los niños ya conocen: los colores.
Cada emoción tiene asignado un color. Y el monstruo, para sentirse bien, debe ir identificando y metiendo en un bote cada una.
Éste es el primer paso de una buena educación emocional: que el niño sepa identificar lo que siente.
2.
Utiliza textos cortos y palabras llanas para poner nombre a cada emoción y entenderla.
Describe lo pequeños que nos hace sentir el miedo, el fuego de la rabia o el brillo de la alegría. Cuando le ponemos nombre algo, sabemos después comunicarlo.
Es el segundo paso: que el niño sea capaz de decirnos lo que siente.
3.
El monstruo organiza su caos emocional de una forma muy básica y visual: mete cada una en su bote.
Ahí tienes el tercer paso que todos queremos que den nuestros hijos: canalizar sus emociones.
Que su rabia no se convierta en rabieta. Que su reacción no sea gritar, llorar o pegar.
4.
El monstruo tiene una compañera en el libro. Es una niña que le ayuda a desenredar cada emoción y entenderla. ¿Cuál es su papel?
Es una tercera persona. Pero siente las mismas emociones que nosotros.
Ella es el cuarto paso: la empatía.
Si tu hijo entiende que no sólo él tiene emociones, sino que el resto de niños (y adultos) también las tienen, llegará a ser capaz de ponerse en el lugar del otro, saber cómo se siente y comprenderle. ¿Cuánto valor tiene eso?
Los padres hemos encontrado en este libro un vehículo para llegar a las emociones de nuestros hijos. Para hablar con ellos de ese asunto tan etéreo y difícil de explicar.
Y hacerlo desde pequeños, claro. Cuando es verdaderamente complejo.
El libro está adaptado totalmente a la forma que tienen los niños de entender las cosas en sus primeros años.
- Los textos son suficientemente breves como para que no pierdan la atención.
- Las ilustraciones incitan al tacto, el principal instrumento de comprensión de un niño pequeño. No sólo en la versión pop-up del libro. En la versión normal, los dibujos parecen tener relieve y textura.
Míralo tú misma:
La red está llena de materiales creados por familias y educadores para llevar el cuento más allá: imprimibles, botes, piedras, lazos…
Nosotras mismas decidimos ofrecerte en nuestra tienda unos pañuelos de colores con los que puedas seguir trabajando las emociones tomando como base el libro.
E incluso la autora, en su web, propone 3 ejercicios que hacer con los niños para que interioricen la historia.
¿Tienes el libro en casa? Cuéntanos tu experiencia con él.
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Nos encanta el monstruo de colores!! compramos cuatro botes de plástico y les pusimos gomets del color de las emociones. Los llenamos de gominolas y lacasitos con los mismos colores. Cuando tenemos una rabieta o estamos muy contentos, vamos al bote del color correspondiente y nos comemos una gominola.