Porque los mejores juegos son los que no existen en realidad, sino que nacen, se desarrollan y desaparecen cómo, cuando y dónde quiere el niño.
Y, si algo tenemos claro, es que estamos aquí para descubrirte cualquier material que cumpla con esos requisitos.
Por eso caímos rendidas, a primera vista, ante estas placas de reflejos y ya podemos decirte que las tienes AQUÍ >>
¿Qué son en realidad estas placas?
Es una placa acrílica que cambia de color en función de la dirección desde la que le llegue la luz del sol.
Y está enmarcada por un borde de madera que permite que se mantenga de pie, hacer construcciones y formas libres.
Las placas reflejan y refractan la luz, pero a la vez son transparentes, así que podemos ver a través de ellas.
Te lo estarás preguntando: ¿para que edad?
Y eso es lo mejor: para cualquier edad.
- Las placas son seguras para que las manipule un bebé y se quede totalmente asombrado por los efectos de la luz y el color.
- Los niños un poco más mayores interactuarán más con ellas e irán buscando crear reflejos y formas a su aire.
- Después, cuando controlen el equilibrio de las piezas, podrán construir objetos de luz.
- Y tú tampoco te resistirás a echarle un vistazo.
Esto sí que es alucinar en colores
¿Por qué nos han maravillado las placas de reflejos?
Porque es un juego efímero que está en manos del niño de principio a fin. Se quedan a solas su imaginación, las placas y la naturaleza.
Y ya hemos hablado tú y yo muchas veces de la importancia clave que tiene para el desarrollo de un niño que el mundo natural esté presenta en sus juegos.
En este caso, nos bastan las placas y el sol para:
- Descubrir con sus propios ojos cómo es el mundo al que han llegado.
- Tomar conciencia de los momentos maravillosos que puede regalarnos si lo cuidamos bien.
- Empezar a hacerse muchas preguntas interesantes.
Jugando con las placas de reflejos se harán muchas (MUCHAS) preguntas, así que espero que estés preparado para darles una respuesta.
No lo dejes para otro momento porque cuando vean cómo las placas cambian de color como por arte de magia, será el momento perfecto para explicarles que, en realidad, todo tiene una explicación científica.
Tendrán los oídos bien abiertos y toda su atención puesta en ti.
¿Se te ocurre un momento mejor para que comprendan y recuerden para siempre la razón de este fenómeno óptico, por el que algunos objetos cambian de color en función del ángulo de iluminación o de visión?
Puedes demostrarles que este efecto iridiscente está por todas partes, aunque lo hayan visto por primera vez en estas placas.
Está en una mancha de aceite en la carretera, en una pompa de jabón, en un DVD, en las alas de una mariposa…
¿Les sigues contando tú?
Nosotras nos quedamos experiementando con las placas porque son la estrella de la casa desde que las tuvimos entre manos por primera vez.
Tú puedes conseguirlas aquí >>
Pero cuéntanos, ¿han jugado tus hijos alguna vez con algún material similar a éste?
Genial me encanta