Los juguetes de playa QUUT están por todas partes, pero tanto éxito tiene sus motivos:
Piensa un momento cómo tendría que ser para ti el juguete de playa perfecto. Ésa es la reflexión que hicieron un grupo de diseñadores belgas y sus familias. Niños incluidos.
El fruto de esa reflexión fueron los juguetes de playa QUUT, esos que ahora ves por todas partes.
12 diseñadores y 24 niños imaginando un día perfecto de juegos en la playa. ¿Qué pensaron?
- Que estaban hartos de juguetes de mala calidad que se rompían antes de terminar el día.
- Que querían jugar a cualquier cosa que se les ocurriera sin ir cargados como mulas.
- Que el verano es muy corto y querían seguir jugando con esos juguetes el resto del año.
Pusieron el diseño y la tecnología al servicio de la infancia, y crearon unos juguetes de playa peculiares: un cubo que en realidad es redondo, otros que no tienen fondo, palas con forma de cono…
¿Por qué los hicieron así?
- Porque tenían que ser multiusos.
- Para asegurarse de que fueran duraderos.
- Porque tenían que ocupar poco espacio y ser fáciles de limpiar.
- Para activar la imaginación de los niños.
Se aseguraron de que el diseño permitiera a los niños jugar a muchas cosas con un solo juguete y de que los materiales les dejaran jugar (sin miedo a romperlos) tanto en la playa, como en el campo, la nieve y la bañera.
Pero mejor los vemos de uno en uno. Cada uno tiene sus peculiaridades.
El cubo BALLO
Un cubo redondo. Sí.
Porque no hay nada más frustrante que ir a por agua hasta la orilla y que, al volver, se derrame toda por el camino.
Había que pensar en un cubo fácil de manejar por cualquier niño que, por su diseño, impidiera que el agua se cayera antes de llegar a su ‘destino’.
Ya no reclamarán tu ayuda. Serán más autónomos y seguirán desarrollando sus habilidades.
Han pensado en todo: el asa se diseñó pensando en las manos de los niños y en que los más pequeños puedan arrastrar el cubo si aún no pueden con él.
La pala CUPPI
¿Qué es esto? ¿Una pala? ¿Un colador? ¿Un juego de pelota? Cuppi es todo eso a la vez y cualquier otra cosa que se le ocurra al niño.
Puede usarlo para hacer hoyos con facilidad, pero también tiene agujeros de diferentes tamaños para tamizar arena, colar agua…
Y también tiene una pelota. Podemos jugar a lanzar y ‘cazar’ la bola.
Es alucinante la cantidad de juegos que pueden salir de este juguete que cabe en un bolsillo.
Los cubos ALTO
De nuevo, no son cubos de playa normales. Ni siquiera son cubos. Son 3 aros de diferente tamaño que encajan entre sí y permiten levantar torres de arena de 3 pisos con facilidad.
Sólo hay que rellenar y prensar.
Ellos felices levantando torres enormes y tú también porque las piezas encajan como muñecas rusas, así que ocupa muy poco espacio.
Además, al no tener fondo, queda limpio de arena en un momento.
El TRIPLET
Otra joya para despertar la creatividad.
Es a la vez pala, colador, rastrillo y embudo. ¿Se le puede pedir más a un sólo juguete?
Pueden excavar, rastrillar, tamizar la arena, rasar las superficies, colar agua y hacer dibujos con ella… ¿Y si lo usamos como cono para encestar anillas?
Déjales a ellos. Verás como le sacan chispas con juegos que no se te hubieran ocurrido.
Nosotras siempre nos fijamos en los materiales y estos, por supuesto, están libres de cualquier sustancia tóxica y son reciclables.
Ahora que por fin vuelven los días de playa y aprendizaje, los juguetes de playa QUUT son una mina inagotable de juego.
Por eso los ves por todas partes.