¿Por qué guardar los juguetes de playa hasta el próximo verano, si les podemos sacar jugo todo el año? Lee hasta el final, que hay sorpresa.
Si te resistes a llevar al trastero los juguetes de playa, haces bien.
Una cosa es retirar la hamaca y la sombrilla, y otra muy diferente es desaprovechar durante 9 meses unos juegos que pueden aportar tanto aprendizaje a nuestros hijos.
No hace falta sol y calor para hacer formas con moldes, construir castillos y aprender jugando con agua.
Y sobre todo, siempre es buen momento para propiciar que los niños se hagan preguntas.
¿Por qué la materia adopta la forma del molde? ¿Por qué el agua cae por el tamiz más rápido que la tierra?
Ahí les tienes. Responde a sus preguntas que te escucharán atentos y asimilarán para siempre esas lecciones que los libros intentan enseñarles.
Porque nuestro trabajo es ése: crear un escenario que les estimule a jugar, experimentar y que despierte su curiosidad.
Y en ese trabajo nuestro, sería una lástima desaprovechar unas herramientas tan valiosas como los juguetes de playa, ¿no te parece?
Así que hoy queremos darte 5 ideas para que rescates los juguetes de playa y sigas sacándoles chispas:
Arqueólogos de hielo con los cubos Alto
Apúntate este juego porque les vas a alegrar el día. Vamos a convertirnos en arqueólogos del hielo y descubrir mientras jugamos los cambios de estado de la materia.
Sólo tienes que congelar agua, con algunos objetos dentro, en los cubos Alto de Quut.
Puedes meter conchas, figuritas, canicas… Cuando esté congelado, desmoldamos y ¡a rescatarlas a golpe de cincel!
Verán con sus propios ojos cómo el hielo se convierte en agua. ¿Y si le echamos un poco de sal? Entonces se descongela más rápido, ¿verdad?
Es una clase de física que recordarán para siempre.
A la bañera con el Cuppi
Es una pala, un colador y un juego de pelota. ¿A qué jugará tu hijo con él? A lo que quiera. Esa es la magia de este juguete.
Puede filtrar el agua, hacer una fuente, aclararse el jabón, cazar la pelota…
Si le gusta en el mar o en la piscina, ¿por qué no va a hacerlo en la bañera?
Y mientras tanto estará aprendiendo unas cuantas lecciones difíciles de explicar en una mesa de estudio.
Al huerto con el Triplet y Ballo
Cubo y rastrillo. Los asociamos siempre con la playa, pero ¿acaso no son dos herramientas que debemos tener a mano en cualquier huerto?
El otoño es un momento precioso para ir al campo. Y los niños aprenden tanto cultivando con sus manos los alimentos que llevamos a la mesa que si tienes la opción de llevarles a algún huerto, no puedes desaprovecharla.
Para ellos será muy cómodo echar una mano si llevas el Triplet y el cubo Ballo. Con el primero podrán rastrillar y tamizar la tierra. Con el segundo podrán regar sin que se les caiga una gota de agua.
¿Sabes la inyección de autoestima que supone todo esto para ellos?
Al arenero con los monumentos
La última idea os va a coronar como los reyes del parque. Si tienes cerca alguna zona de juegos con arenero, ¿por qué no disfrutarlo a lo grande?
Lleva los moldes de monumentos. La torre Eiffel, el Coliseo romano… A lo mejor le das una buena idea a la profesora de geografía e historia, ¿no crees?
Nunca van a estar los niños más predispuestos a aprender qué son y dónde están esos edificios, como cuando los construyen con sus propias manos en el parque.
A lo mejor no te apetece sacar todos los días estos moldes. Siempre puedes llevarte el juego de moldes de helado, que ocupa muy poco espacio.
A la nieve con el Alto
Cuando llegue el frío y caigan los primeros copos, les fascinará construir castillos enormes en la nieve.
Tirar bolas de nieve es divertido, pero construir con sus manos el castillo de Frozen es algo que no olvidarán y correrán a contar a todo el mundo.
Mientras, tú sabes cuánto están aprendiendo sobre el equilibrio, el cambio de estado de la materia… y que volverán a casa con las manos más hábiles y la mente más abierta que cuando marchasteis.
Por cierto, entre tantas ideas no hemos dicho la más obvia: la playa no cierra en invierno y, con una buena chaqueta, la tenemos para nosotros solos.
Nosotras vamos a aprovechar este invierno nuestros juguetes de playa. ¿Y tú?