Aprender a escribir es un proceso largo. Tú puedes hacer que el niño esté preparado físicamente para afrontarlo
No te voy a hablar de cuadernos de caligrafía. Ni de lapiceros ergonómicos. De hecho, olvídate de ellos. Como si no existieran. Si quieres ayudar a tu hijo, de verdad, a aprender a escribir, vas a tener que dejarle jugar.
Pero vayamos por partes. Antes de nada, vamos a entender cómo aprende a escribir un niño.
Es un proceso complejo en el que intervienen dos factores: su madurez y su desarrollo motriz.
La madurez
Cuando tu hijo tenga la madurez suficiente, será capaz de convertir los sonidos en letras y los pensamientos en signos. ¿Sabes lo complicado que es esto?
Es el mayor reto al que se ha enfrentado nunca y es algo imposible de forzar.
Habrás oído millones de veces que cada niño tiene sus ritmos. Pero en este caso debes tenerlo especialmente presente porque no puedes acelerar su madurez.
Llegará. Seguro. Y todo lo que hagas para forzarlo será contraproducente.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
El desarrollo motriz
Puedes conseguir que el niño esté preparado físicamente para escribir y que vaya todo rodado cuando su cerebro esté listo.
Porque escribir bien, al principio, es una cuestión física.
Los responsables son los músculos de su mano, de su brazo e incluso de su espalda. ¿No te lo habías planteado?
Imagina un momento a un niño escribiendo.
- Necesita un tronco firme que le mantenga erguido.
- Que los músculos de su hombro sean fuertes y flexibles para controlar el brazo.
- Que su muñeca sea capaz de sostener y rotar la mano.
- Y, por fin, que los músculos de su mano tengan la fuerza suficiente para controlar la presión y la dirección de forma precisa.
¿Le ayudamos a conseguirlo? El ‘entrenamiento’ le va a encantar.
Los dos primeros puntos déjalos en sus manos. Cuando trepa en el parque o se cuelga de una barra jugando, está fortaleciendo su espalda y sus brazos.
Vamos a centrarnos en los músculos de la mano que tendrá que utilizar específicamente para escribir.
Los estará entrenando si pones en sus manos para que juegue:
-> Plantillas geométricas Montessori [ foto 1 ]
-> Un telar [ foto 2 ]
-> Un juego de pinzas [ foto 3 ]
-> Pinturas con forma de roca [ foto 4 ]
-> Comiditas de madera que puedan ‘cortar’ [ foto 5 ]
Todos estos juegos le obligarán a adoptar la posición de escritura o a hacer fuerza con los músculos que utilizamos para escribir.
Entrenan su mano y esto es mucho más eficaz para conseguir una buena caligrafía que cualquier cuadernillo repetitivo.
- Le enseñan a controlar su movimiento: dirección y precisión.
- Trabajan la coordinación entre su ojo y su mano.
- Fortalecen sus músculos.
Ten en cuenta que los niños empiezan muy motivados a aprender a escribir, pero es un proceso difícil y pueden sentirse frustrados.
Desde que empiezan a preparase para escribir hasta que lo hacen correctamente suelen pasar 3 o 4 años.
Es importante no presionarles. Podemos ayudarles, pero de otra manera.
¿Te preocupa este asunto? Cuéntanos.
He estado mirando los resaques y son preciosos en madera, pero comparados con los originales de Montessori faltan dos, es por algun motivo?