¿Recuerdas con especial cariño algún muñeco de tu infancia? Probablemente sí.
Porque jugar con un muñeco va más allá del entretenimiento. Para un niño, su muñeco es un compañero.
Con otros juguetes pueden construir, inventar, correr… Pero no pueden establecer ese vínculo.
Si conectan tanto con su muñeco es porque se ven a sí mismos.
Representan las situaciones que viven, sus estados de ánimo… Y así es como van identificando sus emociones y van aprendiendo a gestionar situaciones cotidianas.
Viste a Louise con su bonito vestido y acurrúcala en su camita.
Una vez esté bien dormida, los pequeños podrán llevarla donde quieran dentro de su capazo con asas.
Incluye: Cuna de tela, muñeca, mantita reversible, vestido, pañal, biberón, doudou unicornio.
¿Por qué elegir ésta muñeco?
- Porque son muñecos de trapo sencillos que les dejan total libertad para inventar una situación nueva cada día.
- Porque el muñeco nunca dirigirá el juego a base de sonidos, luces o automatismos.
- Porque cada muñeco tiene una personalidad concreta que el niño aprenderá a respetar.
Se puede lavar en frío en la lavadora, es de algodón y poliéster y mide 28 centímetros.
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