El único secreto para aprender matemáticas es… EL TACTO

Es el sentido del tacto el que convierte ideas abstractas incomprensibles en experiencias físicas que un niño entiende a la primera

 

Porque a los niños se les resisten las ideas abstractas.

Te habrás dado cuenta de que les cuesta entender conceptos como el tiempo o la distancia.

Porque ellos aprenden de otra manera. Desde que nacen, incluso antes de ver con claridad, se guían por el tacto.

Toman los objetos, los manipulan como pueden, quizá se lo lleven a la boca y, cuando ya tienen suficiente información, lo tiran.

 

 

Pasados los años, les pedimos que cambien radicalmente de ‘estrategia’ y entiendan que un cono es “un cuerpo geométrico formado por una superficie lateral curva y cerrada, que termina en un vértice, y un plano que forma su base”.

Y claro: ni no entienden, ni les interesa, ni prestan la más mínima atención.

Conclusión: no se le dan bien la geometría y las matemáticas.

 

¿Y si en realidad somos nosotros los que no somos muy hábiles a la hora de ayudarles a entender el mundo?

 

 

Imagina que nunca hubieras probado un alimento amargo.

Y alguien te propone que, para entender lo que es, leas esto:

“El sabor amargo es uno de los cinco sabores básicos. Es el más necesitado de los hábitos para que sea gusto adquirido y es debido a que es quizás el más desagradable de los cinco. Se detecta mediante las papilas gustativas ubicadas en la parte posterior de la lengua”.

Dime, ¿sabrías ahora lo que es el sabor amargo?

Yo creo que no. En cambio, basta que lo pruebes, para saber al instante qué significa.

¿Será que no se te dan bien los sabores?

En este caso no diríamos eso. Tendríamos claro que simplemente no lo has probado nunca.

 

 

Sucede lo mismo con la geometría y las matemáticas.

Si dejamos que un niño ‘las pruebe’, entenderá todo a la primera.

Porque las matemáticas se pueden ver y, mejor aún, se pueden tocar.

Y cuando los niños tienen en su mano un cono y pueden manipularlo e incluso desmontarlo, entienden lo qué es, comprenden en qué se diferencia de un triángulo, se aproximan a conceptos como la masa, el volumen… y les resulta divertido.

Si ahora te preguntas qué material podrías utilizar para que tus hijos se empiecen a hacer una idea de lo que son las figuras geométricas, uno de los mejores materiales que ha pasado por nuestras manos son estos figuras geométricas desplegables.

 

 

¿Qué es?

• Cada figura en 3 dimensiones en formato transparente.
• En su interior, la figura desplegable para poder verla en plano.
• Y todas las posibilidades de manipulación abiertas.

Podemos tocar su forma, dibujar su contorno, utilizarlo como molde para hacer nosotros mismos la figura…

Sobre todo, podemos ‘TOCAR’ las ideas matemáticas.

VER ESTE JUEGO COMPLETO

 

 

Y podemos combinarlo con otros materiales sensoriales, estrechamente relacionados con la geometría:

• La arena mágica
• El Power Clix
• El puzzle de fracciones

 

Porque el sentido del tacto ayuda a los niños a crear en su mente ideas abstractas a partir de experiencias palpables.

Con sus manos, bajan a la realidad los conceptos más elevados.

Y definitivamente, eso es mucho más inteligente que leer una y otra vez la definición de un libro sin enterarse de nada.

¿Sabías que existen experimentos que demuestran que el sentido del tacto es tan importante como la vista a la hora de estudiar?

 

Parece que limitarse a clavar los codos en la mesa no es la mejor manera de aprender.

 

 

Dicen que “somos arquitectos del conocimiento” y que “construimos edificios intelectuales a partir de experiencias físicas”.

Sea como fuere, los niños aprenden por instinto desde que nacen. Reconocen los objetos por su tacto, después van madurando y empiezan a relacionar esos objetos con ideas abstractas. Y por fin, consiguen retener todo eso en su memoria y empezar a relacionar unos conceptos con otros.

Entienden y razonan.

Y entonces decimos que se le dan bien las matemáticas.

¿No será que a ese niño le han dejado ‘tocarlas’ y otros no?

¿Tú que opinas?